Florence Green vive en un minúsculo pueblo costero de Suffolk que en 1959 está literalmente apartado del mundo, y que se caracteriza justamente por «lo que no tiene». Florence decide abrir una pequeña librería, que será la primera del pueblo. Adquiere así un edificio que lleva años abandonado, comido por la humedad y que incluso tiene su propio y caprichoso poltergeist. Pero pronto se topará con la resistencia muda de las fuerzas vivas del pueblo que, de un modo cortés pero implacable, empezarán a acorralarla. Florence se verá obligada entonces a contratar como ayudante a una niña de diez años, de hecho la única que no sueña con sabotear su negocio. Cuando alguien le sugiere que ponga a la venta la polémica edición de Olympia Press de Lolita de Nabokov, se desencadena en el pueblo un terremoto sutil pero devastador.
Esta novelita tiene muy buena crítica y excepcionales valoraciones por parte de la mayoría de lectores. Sin embargo a mí me ha dejado bastante fría. No es que no me haya gustado, pero no me ha conquistado la historia ni los personajes. Quizá esperaba algo más complejo y con algo más de trama, pero no la tiene. Sencillamente narra una experiencia, la de la protagonista, que fracasa en su intento de poner una librería en un lugar donde no es bien recibida y en el que la población está "en otro nivel". El sabotaje al que se ve sometida por parte de unas leyes creadas precisamente con este fin, nos pone nuevamente ante lo peor de las personas. Y sin más lucha, Florence acaba rindiéndose.
Quizá no era un buen momento el mío para leer este tipo de historias. A pesar de ser una novela corta, me ha costado terminarla porque la historia no me atraía y no me motivaba a seguir leyendo. Tampoco ningún personaje me ha enganchado lo suficiente. Tampoco he visto la película, aunque en su día reconozco que me llamó la atención, así que posiblemente la vea para valorar la historia quizá de otra manera, si algo se me ha podido escapar....
¡Gracias por leerme!
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